INICIATIVAS PARA LA PARTICIPACIÓN Y LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ EN NUESTROS TERRITORIOS RURALES –PDET- EN MARIALABAJA

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Por: Natalia Cardona Rivillas

Equipo de Comunicación Rural OPDS-Montes de María.

La implementación de los Acuerdos de Paz pactados entre el gobierno y las FARC, especialmente de la Reforma Rural Integral a través de los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial plantean una oportunidad histórica para los 170 municipios priorizados en el país. En los Montes de María, las Organizaciones de Población Desplazada, Étnica y campesina –OPDS-, con la Corporación Desarrollo Solidario –CDS- en alianza con Dejusticia, la Universidad Tecnológica de Bolívar y el Observatorio de Territorios étnicos y campesinos han comprendido que alrededor de los PDET también hay una serie de retos y obstáculos que de no haber preparación necesaria desde las comunidades, se podrían generar diversos problemas de relaciones de poder entre los actores involucrados y se terminaría profundizando el modelo de desarrollo que hasta hoy ha existido en el país, en el que las comunidades rurales sólo han sido marginadas e invisibilizadas en el desarrollo rural.

De esta manera se plantearon encuentros comunitarios para el análisis de los PDET y la identificación de propuestas estratégicas de desarrollo rural.  En el caso del municipio de Marialabaja la convocatoria a estos encuentros se hizo teniendo en cuenta la división en núcleos veredales realizada por la ART.

Fuente: ART

El pasado 14 de septiembre, comenzaron estos encuentros con más de 70 personas delegadas del núcleo 5 que agrupa las veredas de Nueva Florida, Colú, Cedrito y Guarismo (color rojo en el mapa). La abogada Irina Junieles de Dejusticia abrió el evento con la presentación de los PDET de forma pedagógica y general para las comunidades. Además, se presentó la metodología planteada desde la ART para la construcción de los Planes, que irá hasta el mes de mayo de 2018, fecha para la cual ya deben de estar formulados y para los que se plantean retos como la participación activa de diferentes sectores, la necesidad de llevar esta información de forma más efectiva a la comunidad y la pertinencia de analizar los mecanismos de participación establecidos por los PDET.

En un segundo momento la CDS planteó como propuestas/resultado del trabajo en el territorio con las comunidades durante 25 años, la protección, apoyo y fortalecimiento de las economías campesinas; recuperación y conservación de los ecosistemas estratégicos, bosques, arroyos y ciénagas. El agua y la producción de alimentos deben ser el centro del desarrollo territorial en Marialabaja, como lo explicó Nyria Ramírez, coordinadora de comunicaciones de la CDS, “hemos estado en el territorio acompañando las organizaciones rurales y queremos compartir con ustedes las propuestas que hemos recogido en nuestro trabajo como CDS en apoyo a las OPDS y demás procesos campesinos de la región”.

Respecto a esto, la CDS en representación de su subdirector Gabriel Urbano Canal, planteó diversas preguntas para los/las participantes, ¿Cuáles con las economías que vamos a impulsar? y ¿qué va a pasar con el agua a 30, 40 años si seguimos con este modelo de producción y de uso y tenencia de la tierra? Se reconoce así que la variedad de cultivos y de semillas que hay son una potencialidad muy grande y fuerte para la economía campesina. Enfatizando que los diferentes momentos de participación de la construcción de los PDET, son espacios importantes que se deben aprovechar para debatir y proponer sobre el uso y la tenencia de la tierra desde la mirada campesina. “La apuesta de la CDS es apoyar la democratización del uso y tenencia de la tierra” afirmó Gabriel Urbano.

Después de estas preguntas, surgieron reflexiones por parte de los campesinos, como lo comentó Alexis Díaz de la vereda Colú, “las comunidades no contamos con buena informacióny lo que más nos preocupa es qué va a pasar después de las preasambleas con nuestra participación en estos espacios ya que nos vamos a enfrentar a maquinarias y personas con mucho poder en el territorio”, lo que representa los obstáculos y los retos que los PDET plantean a las comunidades campesinas. En el encuentro sobresalió la participación de las mujeres, quienes reconocieron que “las mujeres somos un punto clave en la sociedad y podemos mover muchos procesos si nos unimos, las mujeres somos las que podemos hacer el cambio” manifestó Kelly Johana Gómez Ayala de la comunidad de Cedrito mientras reconocía también que “no había visto una reunión de este tipo que se pensara los problemas y las iniciativas para resolverlos y que los pueblos de esta zona se reunieran a pensar en eso”.

Así, las comunidades enfatizaron en los problemas de información que se han presentado alrededor de los PDET y precisamente por ello, se generan las alianzas que hacen posible estos encuentros de análisis. “Si no tenemos quien nos informe, no somos nada, agradecemos que vengan y nos apoyen y nos informen sobre lo que está pasando en el país” afirmó Marisella de la comunidad de Guarismo. En el encuentro también participó el semillero de jóvenes campesinos de OPDS, “las personas se están preparando para lo que viene más adelante, de eso depende el futuro de la población” concluyó Luis Manuel Carballo Monterrosa integrante del semillero.

Por último, las comunidades pudieron debatir en mesas de trabajo cómo visionan a 10 años sus comunidades campesinas y las iniciativas que podrían ayudar a lograrlo. A través de las mesas (Reactivación económica, producción agropecuaria y seguridad alimentaria, Ordenamiento social de la propiedad y uso del suelo, Vivienda, agua potable y saneamiento / Salud rural, Reconciliación, Convivencia y Paz, Educación rural y primera infancia) se debatieron las problemáticas, las oportunidades y sobretodo las iniciativas que ayudaron a que se pensaran una visión conjunta para las 4 veredas. Sobresalen iniciativas para mejorar y fortalecer el uso y la tenencia de la tierra por parte de las comunidades y las economías campesinas, generación de mercados seguros y condiciones de trabajo dignas para los trabajadores agropecuarios, así como la importancia de las mujeres en la producción de alimentos, en la educación y en la construcción de una cultura de reconciliación, convivencia y paz.

Si bien el espacio y la metodología planteada permitieron avanzar en la definición de iniciativas cabe hacer el llamado a quiénes liderarán la metodología de las pre asambleas y a las mismas comunidades de la importancia de organizar planes comunitarios, agendas y propuestas que ya han venido trabajando como veredas y organizaciones para no partir de cero. Además, porque se corre el riesgo de que se piense que los PDET son proyectos a corto plazo y no los Planes a 10 años con la importancia, relevancia, cuidado y participación de las comunidades rurales que debe tener. Puesto que, ¿quién más que las comunidades rurales para definir su planeación y futuro?

El espacio termina concluyendo que es necesario generar condiciones de vida digna para las comunidades rurales en el territorio, para evitar que los jóvenes se vayan del campo, que las mujeres campesinas tengan que ir a buscar sus sustentos a las ciudades, que los campesinos deban seguir en una condición de explotación y desequilibrio constante por parte del mercado. De esta forma, se evidencia que son los conflictos rurales los que hay que transformar para una verdadera construcción de paz en el país.

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