Participantes de la Escuela de gestión territorial de Montes de María comenzaran la caracterización de dos ecosistemas estratégicos

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Hombres y mujeres, delegados/as  de organizaciones campesinas y comunidades afrodescendientes de  3 municipios de Montes de María,  se encontraron durante los días 25 y 26 de Abril en la primera sesión del año de la Escuela de gestión territorial 2019. Este proceso formativo, en su segunda Fase estará focalizada en continuar con la caracterización ambiental del Bosque Seco Tropical ubicado en la zona de alta montaña de El Carmen de Bolívar y San Jacinto y comenzar el proceso en la Ciénaga de Marialabaja.

Estos dos escenarios habitados históricamente por comunidades afrodescendientes y campesinas, tienen diversas afectaciones que han puesto en riesgo su pervivencia y por ende las diferentes funciones que cumplen no sólo a nivel ecológico, sino cultural y económico.

 

Durante el año 2018, los/as participantes de la escuela de Gestión Territorial tuvieron una fase exploratoria del Bosque seco Tropical –BsT- que aún se conserva en la zona de la alta montaña de El Carmen de Bolívar  y  conocieron los diferentes usos que se hace de sus recursos, especialmente de las fuentes hídricas que lo componen. De igual manera identificaron las amenazas que afronta el BsT representado en la deforestación, la implementación de monocultivos, la ganadería y algunas prácticas productivas de la agricultura campesina.  Así mismo visitaron experiencias agroecológicas que les permitió comprender la importancia de hacer un uso y manejo sustentable de sus territorios.

En este segundo año, este grupo de investigadores/as rurales asumirán la tarea de aprehender herramientas de la investigación para dar inicio a un trabajo de largo plazo, como es una caracterización ambiental y productiva de dos ecosistemas, para ello la Escuela se propone fortalecer los saberes que ya hay en las comunidades en su relación con el paisaje. Así, instalar capacidades para el control y monitoreo comunitario de los ecosistemas.

En la primera sesión del módulo Ambiental, se acercaron a algunos conceptos base de la investigación participativa, profundizaron en el agua, sus procesos, sus ciclos y especialmente la importancia para la vida de las comunidades; conversaron sobre la conservación y sus diferentes estrategias.

Un aspecto a resaltar de esta sesión es el debate que suscitó el uso de la fauna en las comunidades rurales, unos resaltando su valor comercial, otros el alimenticio y los facilitadores haciendo énfasis en la función ecológica que cumple cada especie en un ecosistema;  fue así como el ñeque, la lapa y la icotea dejaron aflorar las diferentes formas de comprender la conservación y el uso responsable de los ecosistemas en una región como Montes de María.

Esta escuela de formación está dividida en tres módulos, el primero que es el Ambiental cuenta con el apoyo de un equipo de ecólogos pasantes de la universidad Javeriana, que desde los inicios de la escuela ha estado apoyando el diseño conceptual y metodológico de esta estrategia formativa.

Para Nicolas García, del equipo de facilitadores de esta primera sesión, una escuela de formación es la estrategia más óptima para abordar  procesos de investigación de manera participativa y comunitaria. Según Nicolás  la Escuela de Gestión Territorial se parte del reconocimiento de los saberes y conocimientos locales, implementando metodologías que los pongan en  diálogo con otros saberes ya sea de la academia o del mismo contexto:  “La ecología es un puente entre la biología y la sociología que ayuda a  generar relaciones eficaces entre las comunidades y sus ecosistemas. Entonces eso es lo que buscamos en este primer módulo, que los participantes identifiquen qué recursos existen en un ecosistema como la Ciénaga de Marialabaja, con qué cuentan, cómo se usan y cómo aprovecharlos responsablemente, para que puedan seguir beneficiándose y obteniendo bienestar de la mano con la naturaleza”.

Por su parte Yuri Padilla, integrante del Equipo de Comunicación Rural de Opds y participante de la Escuela considera que el hacer parte de este espacio le ha permitido conocer las riquezas de sus territorios rurales, «Esto es importante aún más sabiendo que Montes de María cuenta con el 8% del Bosque Seco Tropical de Colombia y nosotros como comunidades campesinas y étnicas  tenemos que  salvaduardar y proteger la biodiversidad que nos rodea,  pues somos actores fundamentales dentro de nuestros ecosistemas» expresó.

Durante los próximos nueve meses, los investigadores/as rurales seguirán profundizando en el ecosistema de Bosque Seco Tropical y se sumergirán en las riquezas ecosistemicas de la Ciénaga de Marialabaja, navegaran en sus aguas para aportar en el conocimiento de la diversidad que la habita, identificando las amenazas que la afectan y las acciones comunitarias que se vienen liderando para su conservación.

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